Por Danielle Niklitschek
Una de las primeras señales, que la mujer VIH positiva debe tomar en cuenta para cambiar su dieta es la pérdida inexplicable de peso lo cual frecuentemente es una de las primeras evidencias físicas del VIH.
De acuerdo con Lynda E. Bell quien ha trabajado como nutricionista certificada, con especialización en la enfermedad desde 1989, y la que también durante los dos últimos años ha trabajado exclusivamente con mujeres VIH positivas, afirma que esta perdida de peso sin estar a régimen es reconocida como desgaste. Y es una de las afecciones principales que dan lugar a un diagnostico del SIDA, y también se considera una de las cinco principales causas de mortalidad para ambos géneros.
A raíz de esto, se han realizado una serie de pautas generales para la población VIH positiva, en las cuales se discuten los requerimientos para mantener la energía, el nivel de proteínas, de vitaminas y minerales. Al igual que problemas de cómo controlar la diarrea que es causada por la intolerancia láctea o las nauseas que se derivan de los regimenes antirretrovirales.
Uno de los pocos informes que existen sobre mujeres con esta enfermedad, demostraron que los cambios corporales son distintos en ellas en comparación con los hombres. Las mujeres pierden una cantidad significativa de grasa corporal, en comparación con su masa muscular. Pero ¿Qué significa esto? ¿Las mujeres requieren menos proteínas que los hombres? ¿Cómo puede una mujer mantener su masa muscular?
A raíz de estas preguntas, Lynda E. Bell junto a otros doctores, recomiendan y concluyen que con la nutrición correcta, el sistema inmunológico posee las materias brutas (proteínas, minerales, vitaminas, entre otros) necesarias para el funcionamiento, mantenimiento y la curación optima. Debido a esto se aconseja mantener un peso apropiado, y también controlarlo al menos una vez al mes, ya que el perder más de 5 kilos en un mes o menos es signo de que el cuerpo no se encuentra saludable.
Para lograr mantener un peso estable, para quienes son VIH positivas Bell recomienda la siguiente dieta.
- Leche/lácteo:
- 2 a 3 raciones diarias
- Una fuente de proteínas, carbohidratos y vitaminas B y D
Una ración:
- 1 vaso de leche
- 1 copa de yogurt
- 1- ½ onzas de queso
- 1- ¾ copas de helado (con base de leche)
- 1 copa de budín -
- 1 vaso de leche con chocolate
- 1 vaso de leche baja en lácteo
- Frutas y verduras
- 5 ó más raciones de frutas y verduras por día
- Fuentes de carbohidratos y altos en vitaminas C, A, E y potasio
Una ración:
- ½ copa de verdura cocida o 1 copa de verdura cruda
- 1 fruta cruda como media manzana, naranja, plátano o ½ copa de fruta en conserva
- ½ vaso de jugo de frutas naturales
- Carne, pollo, pescado, huevo, o alternativos
- 2 a 3 raciones diarias
- Nuestra fuente principal de proteína y alto en hierro, cinc y vitamina B
Una ración:
- 3 onzas de carne, pescado u pollo cocido o queso
- 2 huevos cocidos
- 1 copa de guisantes o frijoles secos
- 4 cucharadas de manteca de cacahuete
- ¾ copas de requesón
- Cereales y pan
- 6 a 11 raciones diarias
- Fuente de carbohidratos, vitaminas B, hierro y fibra
Una ración:
- 1 lonja o rebanada de pan
- 1 copa de cereal seco
- 2/3 copa de cereal cocido, arroz, pasta, patatas
- 5 galletas
- 1 panqueque o waffle
- 1 pan pita o tortilla
- 1 onza de "pretzals" o chips
Fuentes Utilizadas:
http://www.sfaf.org/tratamiento/betaespanol/s898/s898alimentacion.html
http://www.botanical-online.com/medicinalssidaalimentos.htm
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